La temperatura en el motor es uno de sus ejes principales de funcionamiento, en parte porque se debe considerar en el diseño, en parte porque es el índice principal que nos dice cuando el motor está preparado para exigirle y en parte porque nos avisa de que algo va mal y debemos detener su funcionamiento.
El gran problema viene cuando el motor, como maquina térmica que es, no tiene una temperatura térmicas homogénea, de ahí que hay zonas donde la temperatura supera holgadamente los 800 ºC (zonas del escape) y zonas de temperatura mas cercanas a los 90º habituales.
El sistema de refrigeración del motor se encarga básicamente de mantener el motores una zona de trabajo en temperatura que le permita trabajar con las holguras para las que se diseño, podría hacer trabajar a 130º, 150º o mas grados, pero 90º permiten margen de uso de un refrigerante barato (el agua) y de fácil disposición, lo que unido a unas tolerancia estrechas en las piezas (por su reducido incremento de temperatura frente al ambiente) nos pone en disposición del uso del motor rápida y fácilmente.
jueves, 25 de febrero de 2010
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